A los 79 minutos, cuando el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores parecía caso juzgado en Guayaquil, el ariete uruguayo Jonatan Alvez saltó más que sus tres custodios y con un potente cabezazo a la salida de un córner señaló el 1-1 entre el Barcelona y el Santos.
Los brasileños habían golpeado una vez y el impacto propinado por Bruno Henrique parecía suficiente para sacar los tres puntos de la excursión al estadio Isidro Romero.
En el amanecer del segundo tiempo el delantero brasileño recibió un servicio limpio del defensor David Braz y con remate seco dejó sin opciones al portero Máximo Banguera.
La fiesta amarilla que se vivía en los graderíos parecía terminar en velatorio hasta que apareció el cabezazo providencial de Alvez.
Los dirigidos por Levir Culpi habían retrasado sus líneas para resguardar al guardameta Vanderlei, en tanto que los pupilos del uruguayo Guillermo Almada tomaron riesgos y se volcaron en busca del empate, que llegó a once minutos del fin del tiempo reglamentario.
El partido de vuelta de esta serie se jugará el 20 de septiembre.