Arturo León
Pedro Canelo
Con la afonía de los goles cantados, con los cálculos inevitables al momento de hablar de fútbol, es momento de enfriar ese plato caliente llamado Eliminatorias sudamericanas y tratar de buscar respuestas a este momento de ensueño que vive la selección peruana de Ricardo Gareca. Un plantel tan fuerte como una roca y una renovación en el perfil de jugador de selección ya forman parte del legado Gareca. Son pasos hacia adelante que habíamos esperado por mucho tiempo.
1) Un estilo definido
Dieciséis fechas después hay que ser justos. Perú no solo es un equipo que sale de memoria, sino que tiene claro a qué juega. Las triangulaciones en las bandas y por el medio, los pases largos a Paolo Guerrero y el remate de larga distancia ya forman parte del ADN de esta selección. También la colaboración en la marca de los extremos y lo bien que se agrupa el equipo en tres cuartos de cancha para defender, cerrar espacios. Más allá de los nombres, vemos a un Perú que casi siempre tiene las mismas intenciones. Mérito de Gareca.
2) El valor de la confianza
Ricardo Gareca ha depositado tal confianza en sus jugadores que, aunque parezcan no estar en su mejor momento, saca lo mejor de ellos. Cuando pensábamos que Luis Advíncula se había ganado el titularato, Aldo Corzo volvió a demostrar por qué se adueñó de la banda derecha. Y cuando creíamos que Carlos Cáceda sería relegado, jugó un partido notable en Quito. Y así ha sido con Edison Flores, André Carrillo, el mismo Christian Cueva, Miguel Trauco, etc. A estas alturas, y por los resultados obtenidos, no queda más que seguir confiando en las decisiones del entrenador argentino. Hoy, más que nunca, tiene razón en todo.
3) Perú tiene recambios
Está tan bien conformado el equipo y la idea de juego, que Perú no se resiente cuando falta un jugador de los llamados “consolidados”. Paolo Hurtado es un ejemplo. Ingresa y rinde, marca diferencias. No es André Carrillo, pero cumple las mismas funciones y aporta cosas diferentes en ataque, siempre manteniendo la misma idea. Lo de Pedro Aquino en Bolivia y Wilder Cartagena en Quito no hace más que confirmar que Perú es mucho más que once titulares, es un plantel consolidado, cuyos jugadores, hasta los que menos minutos tienen, están capacitados para hacer buenos encuentros.
4) Bien de la cabeza
Triunfo histórico en Quito. Pedro García, reportero de Movistar Deportes, está emocionado. Le pide a Paolo Guerrero que pare, que comente esta victoria, este momento único. La reacción de Paolo refleja lo que ha conseguido Gareca con el grupo: “No hay que perder de vista el objetivo. Se hizo historia, pero falta muchísimo”. Es como si el ‘Tigre’ se hubiera apoderado de él para contestar la pregunta. Perú tiene la misma personalidad de Gareca, un técnico que no se confía con las victorias y que nunca se cayó en la derrotas.
Paolo Guerrero no se mostró eufórico por el triunfo en Quito. Al contrario, dijo que todavía falta. (Foto: agencias)
Paolo Guerrero fue muy marcado por la defensa ecuatoriana. (Foto: agencias)
5) Nos acostumbramos a ganar
Lo comentamos en la previa del Ecuador vs. Perú: es el mejor momento de la selección peruana. Suma tres triunfos consecutivos (algo que no se conseguía desde 1997) y este año no ha perdido en Eliminatorias. Pasó de la posición ocho a la cuarta y, hoy por hoy, es uno de los equipos que mejor juega junto a Brasil. Nos acostumbramos a buscar los partidos, ser protagonistas. No conseguimos los triunfos porque sí, los conseguimos merecidamente. Con actitud, buen juego y rendimientos notables. A un mes de que terminen las Eliminatorias, no veo que el equipo se caiga.
6) Las sumas necesarias
A diferencia de su primera versión al inicio de las Eliminatorias y a diferencia de otros procesos, esta selección nacional versión 2017 suma los puntos que necesita y por eso está en el cuarto lugar. Suena simple, pero muchas veces no ganaba los tres puntos en Lima ante Bolivia y estaba condenada a las cero unidades cuando jugaba afuera. Seis puntos de seis en Eliminatorias sudamericanas. Suficiente para saltar tres puestos y estar en zona de clasificación. Se acabó el “jugamos como nunca y perdimos como siempre”.
7) Compromiso y disciplina
Suena repetitivo pero el caso emblemático que nos hemos encontrado con Pedro Gallese explica todo. El arquero estaba lesionado, imposibilitado de jugar, sin embargo, acompañó al equipo en esta última travesía por Quito. Seamos honestos, en otros tiempos esta situación era inverosímil. Jugador suspendido o lesionado, antes que pensar en unirse a sus compañeros, estaría planificando sus últimas horas en Lima con la familia o amigos. Si aparecía en un ampay televisivo, decía: “Estaba en mi tiempo libre”. Así era antes, ya no.
8) La selección es un club
Sí, Ricardo Gareca ha manejado a esta selección peruana como a un club y la pretemporada fue hace un año y tres meses en la Copa América Centenario. Se consolidó un plantel, se construyeron jerarquías y se generó el compromiso mayor. Perú tiene el sistema de juego muy definido y eso en selecciones es muy difícil de encontrar. Si no se entiende bien esta idea, solo miremos cómo les cuesta la armonía táctica a equipos con jugadores más cotizados como Argentina o Chile. Y, finalmente, la selección tiene jugadores titulares que así nomás no pierden su puesto. Como ocurre en un club.
9) Argentina en urgencias
Perú tiene como próximo rival a Argentina en Buenos Aires, el próximo 5 de octubre. El escenario aún no está definido porque ahora, en medio de una inestabilidad anímica y deportiva, se está debatiendo hasta el estadio. Que puede ser el Monumental o la Bombonera. Así quedaron los albicelestes después de dos empates, ante Uruguay y Venezuela. En estado de urgencias porque el tiempo se le termina. De ese equipo intermitente que vimos ante la Vinotinto el martes poco podrá cambiar Jorge Sampaoli en solo tres jornadas más de entrenamiento que tendrá con este plantel antes del choque ante la Blanquirroja.
La selección argentina empató 1-1 ante Venezuela y quedó en el quinto puesto de las Eliminatorias. (Foto:AP)
(Foto: AP)
10) Goles en acción
También a diferencia de otros momentos, este equipo tiene una diferencia de goles casi de promedio ideal. Perú tiene mejor promedio que, por ejemplo, Argentina y eso no es poco. Se podrá decir que el TAS nos regaló cinco goles (los dos en contra ante Bolivia y los tres a favor de la resolución) pero lo que importa es lo concreto. Y hoy Perú podría igualar en la tabla con equipos como Argentina o Paraguay y desplazarlos por su diferencia goleadora. En 1997 quedamos fuera por este factor. Hasta en eso estamos mejor.