Inglaterra dio un paso de gigante hacia el Mundial de Rusia 2018, tras imponerse por 2-1 a Eslovaquia, en un encuentro en el que los ingleses se sobrepusieron a la espectacular puesta en escena del equipo eslovaco, que a los tres minutos de juego ya marchaba por delante en el marcador.
Enredada todavía en el cainita debate que rodea eternamente a la selección inglesa, centrado en esta ocasión en las dificultades de los de Gareth Southgate para atacar cuando los rivales se encierran en torno a su área, Inglaterra se vio sorprendida de inicio por el valiente planteamiento del conjunto eslovaco.
Si Inglaterra esperaba un rival parapetado en las inmediaciones de su portero, no tardó en darse cuenta de que Eslovaquia no había llegado a Wembley simplemente a defender.
Con las líneas de presión muy altas y bajo la batuta de un excepcional Stanislav Lobotka, el nuevo jugador del Celta de Vigo, los eslovacos no tardaron en destapar todas las carencias de Inglaterra para sacar con limpieza del balón desde atrás.