La curvilínea Jeñuskath puede ser considerada el amuleto de la selección. La bella venezolana se enfundó la blanquirroja y la noche del jueves asistió al Monumental de Ate, donde no paró de alentar. Al final, celebró el triunfo sobre Bolivia como la más fanática de las peruanas. Ella está segura de que el martes le ganamos a Ecuador. Que así sea.
La curvilínea Jeñuskath puede ser considerada el amuleto de la selección. La bella venezolana se enfundó la blanquirroja y la noche del jueves asistió al Monumental de Ate, donde no paró de alentar. Al final, celebró el triunfo sobre Bolivia como la más fanática de las peruanas. Ella está segura de que el martes le ganamos a Ecuador. Que así sea.