La temporada del 2016 fue la primera de los Gigantes tras la era Tom Coughlin, que les dejó dos campeonatos (Super Bowl XLII y XLVI); bajo el mando de Ben McAdoo, Nueva York logró marca de 11-5, misma que le permitió volver a los playoffs y puso fin a un proceso de reconstrucción, que llevaba cuatro campañas.
Para 2017, los de la Gran Manzana tienen las armas para pelear con Dallas por el título divisional, para confirmar el buen paso que tuvieron en 2016, además de consolidar la forma de juego de McAdoo, quien llegó desde 2014 al equipo, aunque como coordinador ofensivo.
El ataque de Nueva York seguirá con el modelo de la Costa Oeste, el cual se basa en pases cortos.
A pesar de terminar como la unidad 17 por aire en 2016, los Gigantes cuentan con mucho talento en su grupo de receptores, el cual encabeza uno de los mejores de la NFL, el explosivo Odell Beckham Jr., quien prendió los focos rojos en la pretemporada al lesionarse el tobillo ante los Browns de Cleveland, pero solo fue un esguince.
También hay que seguir a Sterling Shepard, que mostró cosas interesantes en su campaña de novato (ocho anotaciones).
Por si fuera poco, el equipo adquirió a Brandon Marshall en sustitución de Víctor Cruz, receptor que llegó a ser el blanco preferido de Manning, pero que en las últimas campañas estuvo afectado por las lesiones y se marchó a Chicago.
Sin embargo, los problemas que el ataque ha experimentado en las temporadas recientes son por la vía terrestre.
Ante esto, tras la salida de Rashad Jennings, Nueva York le dará la oportunidad a Paul Perkins, jugador de segundo año, pero también obtuvieron a Wayne Gallman en el Draft, proveniente de la Universidad de Clemson, quien se colocó dentro de los 15 mejores prospectos; en esta posición, el equipo también tiene a Shane Vereen y Orleans Darkwa.
A la defensiva, los Gigantes fueron la tercera mejor ante la cerrera en el 2016, al permitir 88.6 yardas por encuentro, además de promediarla segunda menor cantidad de puntos permitidos; dichas credenciales estuvieron a cargo de los frontales como Olivier Vernon, Damon Harrison y Jason Pierre-Paul, quien el año anterior recuperó su nivel y volvió a ser el referente de la franquicia.
Otra carta fuerte es el perímetro. En esta unidad, los G-Men cuentan con uno de los cuerpos de esquineros más talentosos de la NFL, el cual es liderado por Dominique Rodgers-Cromartie y por Janoris Jenkins, además de ser complementado por Andrew Adams y Landon Collins, uno de los profundos más golpeadores de la Liga y líder tacleador de los de la Gran Manzana.
No obstante, el talón de Aquiles de esta defensiva se encuentra en los apoyadores, donde el único que levanta la mano es Devon Kennard.
Nueva York posee una defensiva eficiente y un buen ataque aéreo, mismo que depende que Eli Manning no caiga en inconsistencia, la cual, en ocasiones, le ha costado caro al equipo, aunque el mariscal de campo sabe la manera de ganar.
Necesitan que el equipo mueva mejor el balón por tierra y los Gigantes pelearán por el título del Este de la NFC con los Vaqueros de Dallas.
LA FIGURA
Odell Beckham Jr. | Receptor
Es uno de los cinco mejores receptores de la NFL, su calidad es garantía para los Gigantes y para la ofensiva aérea de Eli Manning, que en 2016 completó casi el 30 por ciento de sus pases con Beckham, quien logró mil 367 yardas y 10 anotaciones. Sus habilidades, combinadas con su explosividad, lo hacen un jugador difícil de marcar y que supera a las defensivas en campo abierto.
BEN MCADOO- Marca en la NFL: 11-5 | Con el equipo: 11-5
En su primera campaña a cargo dejó cosas buenas; después de la era de Tom Coughlin, regresó a los Gigantes a los playoffs tras cuatro temporadas de ausencia. En 2017 buscará dar el siguiente paso y pelear por el título del Este de la NFC, que no ganan desde 2011.
EL DATO
La defensiva contra el pase de los Gigantes fue la segunda que menos TD’s recibió en 2016, con 15; solo por debajo de los Broncos de Denver (13).
PRONÓSTICO: 10-6
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