El descontento fue generalizado en el estadio, la afición santista protestó por el desempeño que tuvo su equipo y abucheó a jugadores y cuerpo técnico en general.
El público de la Comarca llegó ilusionado, creyendo que por fin presenciaría un triunfo de Santos en el torneo y sobretodo en casa, donde hubo una muy buena entrada.
Más de 22 mil personas en uno de los llamados partidos de poco interés, pero que se prestaba, al menos en el papel, para que los dirigidos por José Manuel de la Torre ganaran y jugando bien.
Nadie se imaginó lo que iba a pasar.
Esta vez todos bajaron de juego, incluido el seleccionado Néstor Araujo, quien falló en uno de los goles, Osvado no pesó, tampoco Tavares ni Sandoval.
Desde la primera mitad se vio la carencia de buen futbol santista, arrancó bien, pero hasta ahí, después fueron altibajos, más bajos que altos, no había conexión entre líneas y cuando el Veracruz se replegó no hubo idea para abrir el ostión, todos estaban estáticos y pensando que con el simple hecho de pararse en la cancha ya tendrían en juego en la bolsa.
Si contra Morelia fue un mal partido, este fue peor, los Tiburones no necesitaron mucho para hacer ver mal a su oponente, que fue abucheado al medio tiempo y más al final, incluso hubo gritos en contra del técnico José Manuel de la Torre pidiendo su salida.
Pero las consignas fueron también en contra de jugadores, una baja de juego que se combina con la falta de acoplamiento.
Ahora Santos tendrá tiempo para recuperarse, viene la Copa el miércoles contra Juárez FC, que debe servir para recuperarse anímicamente , de lo contrario pueden entrar en una crisis también en la parte porcentual.
rcm