México pasó del orgullo a la vergüenza en cuestión de minutos.
Poco después de que el continente elogiara a Tigres por su clasificación a la Copa Libertadores (el tercer club de ese país en hacerlo luego de Cruz Azul -2001- y Guadalajara -2010-), el mundo del fútbol reprochó lo que sucedió en la segunda semifinal de la Copa Oro.
Panamá ganaba 1-0 desde el minuto 56, gracias al gol de cabeza que marcó Román Torres, el protagonista de la jugada que generó la polémica.
En el minuto 88 el defensor de Millonarios disputó una pelota dentro del área con Carlos Esquivel, y el árbitro estadounidense Mark Geiger no dudó en sancionar la pena máxima ante el asombro de los panameños, los aficionados y los mismos mexicanos.
Los dirigidos por Hernán Darío Gómez amenazaron con abandonar la cancha, mientras las imágenes y los comentarios de lo sucedido le daban la vuelta al planeta.
"No acepto eso 'profe', siempre es la misma vaina", se pudo leer en los labios de Román Torres.
"Es una vergüenza. México no puede clasificar así. Andrés Guardado tiene una oportunidad histórica: fallar el penalti...", comentaban en la radio, en la tele y en las redes los periodistas mexicanos.
Después de 10 minutos de protestas, conato de bronca y amagos de abandono, Andrés Guardado se paró en el punto blanco, pateó y marcó el que fue bautizado como "el penal de la vergüenza".
Con el 1-1, la serie se fue al alargue, en donde continuó la polémica, porque antes de que se terminara el primer período extra, el árbitro volvió a sancionar una pena máxima -inexistente para variar- y Guardado volvió a repetir desde los 12 pasos.
En el banco, 'Bolillo' no lo podía creer. Su asistente Édgar 'El Pánzer' Carvajal y los jugadores suplentes, ante semejante injusticia, se pararon a aplaudir la decisión del juez.
México ganó 2-1 y se clasificó a la final de la Copa (Jamaica será su rival el domingo en Filadelfia), pero su tiquete quedó lleno de manchas por el desempeño del árbitro y porque jamás fue superior ante una selección panameña que jugó 65 minutos con 10 jugadores (en el minuto 25 fue expulsado Luis Tejada) y mereció más.
Bien por Tigres, mal por la Selección. Del orgullo a la vergüenza en la misma noche para el país norte.