Cuando todo parecía perdido, cuando la afición universitaria comenzaba con el "Fuera, Palencia", llegó por sorpresa Jesús Gallardo, sumándose al ataque, donde es determinante, para conseguir un empate que acaba de golpe con las críticas a la gestión de Francisco Palencia y alagar el crédito del entrenador con la tribuna; partido de Copa ante Monterrey y los felinos se mantuvieron a la sombra de unos Rayados propositivos en el primer tiempo, pero que fueron a menos en el complemento.
Este domingo, los del Pedregal se enfrentarán a Lobos BUAP, un sinodal de peso completo en la Liga.
EL PARTIDO
Fría noche en el estadio Olímpico de CU, cancha húmeda, se supondría, ideal para jugar al futbol y además, un rival de peso como Monterrey. Pumas tenía en sus manos la posibilidad de reencontrarse con el desempeño que le ha hecho falta, así como el recomponer una imagen de escuadrón endeble, inestable, tanto en Copa como en Liga. Sería un nuevo examen para Francisco Palencia y sus pupilos.
Pero de inmediato, Pumas perdió la pelota, cedió el control de la misma a un rival que si bien prescindió de sus mejores hombres, no así de la insistencia por ir al frente y abrir el marcador. Al minuto 2, Rayados ya había desperdiciado un oportunidad muy clara en el área felina, luego de un par de rebotes e incluso, después de un mal rechace de la zaga auriazul, que casi incrusta el balón en su meta.
Fue por los costados que Universidad cobró fuerza. El desparpajo del joven Brian Figueroa y las intenciones de Jesús Gallardo rindieron frutos, al menos en intentos. Pumas trataba de arribar, sin fortuna, hasta el marco rival, pero sin la contundencia necesaria, ni el punch en ofensiva. Rayados contenía y se conformaba con pasear a unos felinos más preocupados por correr, que por crear jugadas de verdadero peligro.
Al 28', David Cabrera perdió una pelota en la media cancha, a la que Kevin Escamilla no pudo llegar, Marco Bueno recobró el esférico y lo abrió hacia Jorge
Benítez, que apenas condujo un par de metros, antes de sacar un disparo al que Bernabé Magaña nunca llegó. 0-1 y rechifla de una tribuna que desde hace tiempo duda a lo que juega su equipo. El gol abrió más espacios, que los regiomontanos no dudaron en aprovechar para un par más de sustos, antes del medio tiempo.
Palencia necesitaba quemar cualquier posibilidad de emparejar el marcador y para el comienzo del complemento, mandó a Jesús Gallardo como lateral por izquierda, para de ahí sustituir a Alan Mendoza; su lugar lo ocupó Nicolás Castillo. El estratega azul y oro ingresaba a la cancha a su mejor goleador, esperando que su presencia garantizara robustecer el frente de ataque. El chileno garantizaba empuje y garra, además del pelear por balones aéreos. Monterrey y Antonio Mohamed respondieron con el acceso de Avilés Hurtado, para que los centrales de Pumas, igualmente, estuvieran entretenidos con el colombiano.
Palencia modificó hasta en la contención, esperando que Abraham González y su fino trazo de pelota se complementaran con Cabrera y juntos produjeran profundidad y tenencia del esférico... Se jugaba el 70', cuando Universidad estaba a la espera de lo inesperado, de que sus engranes en ofensiva revirtieran la diferencia en el marcador; Monterrey se apegaba a su script, para ellos el triunfo por la mínima diferencia les era suficiente.
Palencia se la jugó hasta la última modificación, dándole ingreso a Néstor Calderón, sustituyendo a un abucheado Joffre Guerrón, que puso ganas, pero al que de nuevo no acompañó la claridad; Paco terminó con la columna vertebral titular en el terreno de juego, carente de ideas ofensivas; sus modificaciones, más allá de las sensaciones, no hicieron la diferencia, por el contrario, mantuvieron la tónica de un juego denso, espeso para el desarrollo del mismo y complicado para una afición que se dio cita, pese a las inclemencias del clima.
Se jugaban los cuatro minutos de tiempo agregado, cuando apareció la figura de Jesús Gallardo en el ataque, sumándose en un tiro de esquina y ahí, por sorpresa, en el área de Rayados, encontró el tanto del empate, del gol que sabe a gloria para un entrenador cuestionado como Palencia; a la vez, el volante dejó en claro que donde funciona y puede responder es en ofensiva, en donde poder ser fundamental. Por lo menos ahora, salvó a Universidad y apagó, de momento, las críticas a la labor de su estratega.