El Serie 7 es la berlina de representación de BMW, hace poco ha sido actualizada y, con esta puesta al día, se introduce en la gama una nueva variante híbrida enchufable del modelo. Recibe la denominación de 740e, y el fabricante ya ha anunciado que además de la versión básica estará disponible una de batalla larga (740Le) y una con tracción integral (740Le xDrive).
Estéticamente es casi idéntico a sus hermanos, con las únicas diferencias de los logos y la presencia de una toma de entrada para cargar el sistema, situada tras el paso de rueda delantero izquierdo.
Lo que importa es el aspecto técnico. El sistema híbrido enchufable que monta está formado por un bloque gasolina 2.0 biturbo de 258 CV y un motor eléctrico de 70 kW (95 CV), para entregar una potencia conjunta de 326 CV. De surtir la energía eléctrica se encargan unas baterías situadas bajo los asientos traseros.
El 740e homologa un consumo de 2,1 l/100 km, mientras que la versión con tracción total eleva la cifra hasta los 2,3 litros. Algo similar ocurre con las emisiones de CO2, que en el primero son de 49 g/km y en el segundo suben a 53.
Circulando solo con el motor eléctrico puede recorrer hasta 40 km llegando a velocidades de 120 km, en lo que se denominado modo MAX, pero también hay otro modo de conducción disponible, el AUTO, en el que el bloque eléctrico actúa como apoyo en aceleraciones y recuperaciones.
En cuanto a las prestaciones puras, el 740e hace el 0-100 en 5,6 segundos, el 740Le en 5,7 y el 740Le xDrive en 5,5. Todos ellos comparten la misma velocidad máxima: 240 km/h.