Los futbolistas, como todos nosotros, van madurando con el paso de los años. Los delanteros más veteranos, como Claudio Pizarro, cambian su juego parar desgastarse menos, ubicarse mejor en el campo y seguir marcando goles. Dosifican mejor su físico y utilizan más la cabeza. Total, de eso viven. Si deben recorrer menos kilómetros para lograrlo, está bien. Algunos lo consiguen, otros no. Además, solo Cristiano Ronaldo parece no sentir el paso de los años. El tipo es un robot.
El ‘Bombardero’ lo hizo bien hasta hace un par de temporadas. Sin el físico de antes, la campaña 2015-16 la cerró con 16 goles en 32 partidos. Un promedio nada despreciable de un gol cada dos encuentros. Tenía 36 años. Si algo no entiendo, hasta ahora, es por qué no se retiró en ese momento.
Era el tiempo perfecto para hacerlo. No solo por los números ya mencionados, sino porque era un Pizarro que todavía resistía el nivel de la Bundesliga. La verdad es que daba gusto verlo jugar. Aportaba potencia, calidad y las lesiones no lo perseguían. Se dio el lujo de marcar un ‘hat-trick’, además de batir más de un récord en esta Liga alemana que, sin duda, es su segundo hogar desde hace mucho tiempo. Lo queríamos ver de vuelta en la selección peruana, pero Ricardo Gareca ya lo había descartado.
Pizarro declaró en más de una ocasión que se sentía bien para seguir jugando, que lo haría hasta que el cuerpo se lo permitiese. Pero nunca imaginó que esa decisión significaría pasar más malos que buenos momentos. Bastaba con que sufriera una lesión de nivel intermedio para que todo se complicara. Así empezó la temporada 2016-17. De hecho, el primer partido que jugó en esa campaña fue recién en noviembre (arrancó en agosto). Y solo en tres encuentros logró completar los 90 minutos de juego. Se entiende. Si ya de por sí nunca fue un jugador rápido, esta temporada se le vio extremadamente lento. Además, solo marcó un gol en 19 juegos. Al ‘Bombardero’ se le acabó la pólvora. El día iba a llegar.
Ahora, con 38 años y muy cerca de cumplir los 39 (octubre), Pizarro está sin equipo y me sorprende que no haya anunciado su retiro. Entendí que no lo haga con 36, ¿pero ahora? ¿Sigue, acaso, con la mentalidad de jugar hasta que no le dé el cuerpo? Puede que también simplemente no quiera anunciar nada. Lo cierto es que sería un absurdo seguir vinculado a un club para vivir lesionado. O para pasar mucho tiempo en la banca. O, por último, ver minutos en la Segunda División de Alemania. Y fichar por Alianza Lima lo podría condenar a terminar como Juan Manuel Vargas. No es que los esté comparando, pero el final podría ser el mismo: criticado por la propia hinchada que tanto lo idolatra.
Claudio, el goleador extranjero más determinante de la historia de la Bundesliga, no merece un retiro así.