El Rayo cuenta sus amistosos en Alemania por victorias y la del viernes ante el Eintracht Braunschweig tuvo un claro protagonista, Quini, quien consiguió el empate con un gran gol desde la frontal y posteriormente asistió a Miku en el tanto del triunfo. De nuevo, al igual que sucedió en el partido frente al Hertha de Berlín (Clavería sentenció en el minuto 85), los vallecanos se impusieron en el último suspiro. El conjunto madrileño dejó muy buenas sensaciones ante un rival más rodado que se presentaba ante su público.
Apenas arrancó el duelo, Jozabed tuvo que tomar el testigo de Trashorras después de que el capitán sufriese un golpe en la cabeza. A partir de entonces, el centrocampista se convirtió en la brújula del cuadro vallecano, mientras que Embarba encarnó el peligro constante: primero lo intentó con una vaselina y a punto estuvo de sacar petróleo de una mala salida de Gikiewicz al filo del descanso. Aunque los visitantes fueron los primeros en avisar, los pupilos de Lieberknecht tenían claro que no serían un convidado de piedra. Zuck envió un disparo al exterior de la red y sólo minutos después Khelifi obligó a Cobeño a realizar su primera intervención.
Tras el descanso llegó la revolución en el banquillo rayista, Paco dispuso un once prácticamente diferente para la segunda mitad. En este carrusel de cambios se produjo el debut del cancerbero Álex Campos y también se estrenaron con la Franja dos de los últimos fichajes: Llorente y Bebé. A pesar de que Boland fue el primero en golpear, el Rayo sólo tardó cuatro minutos en empatar gracias a Quini. La igualada espoleó a los madrileños, que presionaban y tocaban poniendo en apuros al rival. Los dos nuevos refuerzos dejaron un gran sabior de boca después de que dispusieran de dos buenas ocasiones para sentenciar el combate: un remate con la zurda de Bebé se marchaba alto, al igual que el cabezazo de Llorente. En este asedio final volvió a aparecer él, Quini, que rozó el 1-2 en el 83’ y asistió a Miku tan sólo cuatro minutos después.
El sábado aguarda el St. Pauli. El segundo amistoso franjirrojo en sólo dos días. Sin duda, la cita más especial para la afición rayista.