Elena Tejedor, directora de la Fundación Trinidad Alfonso, cuenta una anécdota que podrían hacer suya infinidad de deportistas de élite en España. “Hace poco me decía uno que fue olímpico que había llegado a tener la sensación de que entre una competición y otra dedicaba casi más tiempo a ‘mendigar’ por patrocinios o ayudas para poder seguir compitiendo que a entrenar para poder mejorar”. El Proyecto FER, iniciativa de la Fundación Trinidad Alfonso que preside Juan Roig, se puso en marcha en 2013 precisamente para subvencionar con capital privado el esfuerzo de los deportistas valencianos que luchan por ser olímpicos en Río 2016 y jóvenes promesas que aspiran a serlo en Tokio 2020.
El Proyecto FER nació de una conversación entre Juan Roig e Iván Colmenero, hoy director deportivo del proyecto y antaño campeón nacional en taekwondo. En 2013 fueron becados 20 deportistas y clubes (en total, 200.000 euros); en 2014, 73 (500.000 euros); y en 2015 la cifra ha aumentado hasta 102 deportistas y 800.000 euros; además de 100.000 euros destinados a las federaciones de natación y judo para desarrollar programas de tecnificación. Uno de los requisitos para optar a la beca es haber nacido o residido más de la mitad de su vida en la Comunitat Valenciana, además de acreditar registros y méritos en su especialidad.
Los deportistas se dividen en tres categorías: 27 son los llamados ‘Élite’, que perciben 15.000 euros anuales; 25 son los denominados ‘En potencia’, a los que se les ayuda con 7.500 euros; y, por último, el ‘Vivero’, 1.200 euros para campeones nacionales nacidos entre el 1 de enero de 1994 y el 31 de diciembre de 2000.
El Proyecto FER no solo ayuda para que los atletas mejoren los registros. La Fundación Trinidad Alfonso incentiva con cursos y charlas a sus becados para que se formen una vez dejan la competición y uno de sus retos, además, es reducir la tasa de abandono. “El 74 por cien de los federados abandona su disciplina entre los 15 y 19 años”, apunta como dato Elena Tejedor.