Están los hinchas que no se pierden un partido de su equipo, también los que nunca faltan al estadio, o aquellos que viajan sin importarles la distancia. Y después de todos ellos está Daniel Oliveira, el aficionado que viajó siete horas para alentar a su elenco, aunque cuando llegó al estadio se dio con una gran sorpresa: era el único en la tribuna visitante.
Oliveira tomó tres buses, un tren y camino tres kilómetros, una larga travesía de más de 150 kilómetros para apoyar al equipo de sus amores, el Angra dos Reis, que visitaba al Ceres, en un encuentro por la tercera división de Río de Janeiro.
Su imagen en el estadio fue tan impactante como admirable, pues era el único aficionado del equipo visitante en la tribuna. Aunque eso poco le importó, pues no dejó de alentar y su esfuerzo tuvo una gran recompensa: el triunfo del Angra dos Reis por 4-0.
ESTO ES AMOR POR TU EQUIPO
Daniel,único aficionado del Angra dos Reis vs Ceres.El partido terminó a favor de su equipo 4-0.#ILoveFútb⚽L pic.twitter.com/THt3VflObR— #ILoveFútb⚽L 38.9K (@REGIOMTY13) 7 de junio de 2017
"Grité oleeeeeee solo. Celebré los goles, le pedí al árbitro un penal y se dio vuelta para mirarme, y al final volví con tres puntos. Hasta el técnico Leandro Silva dijo que mi presencia allí había sido importante para el equipo", comentó Daniel Oliveira luego del encuentro y de que su imagen de la vuelta al mundo.
El club, además, agradeció el apoyo del fiel aficionado y dedicó un emotivo mensaje: "¡No tenemos grandes conquistas, no tenemos una hinchada numerosa, pero estamos seguros de que nunca estaremos solos!".
Não temos grandes conquistas, não temos torcida numerosa, mas temos a certeza de que nunca estaremos sozinhos! #Obrigado #VamosAngra pic.twitter.com/lWdhXT4FeA
— Angra dos Reis EC (@angra_ec) 6 de junio de 2017
Pero, ¿cómo Daniel Oliveira se convirtió en hincha de este equipo de tercera división de Rio de Janeiro?
Este aficionado fue uno de los cientos damnificados que dejó un fuerte temporal de lluvias en Angras dos Reis en el 2009. Por lo que tuvo que mudarse al Estadio de la localidad Angras dos Reis mientras su familia se recuperaba de la tragedia.
Durante ese tiempo, el recinto deportivo se convirtió en su hogar, y Daniel, que por entonces tenía 11 años, le tomó un cariño especial al equipo que jugaba en su 'casa', convirtiéndose, así, en el hincha más fiel de este conjunto. Tal y cómo lo demostró en su última travesía.