Eran las 07:44 cuando los 26 jugadores que ahora mismo conforman la plantilla del Atlético se entrenaba ya en los campos de fútbol de Los Ángeles de San Rafael. Hoy es el día de la segunda sesión triple de la pretemporada y, por tanto, también segundo madrugón. A media mañana, después del trabajo sobre el césped, los futbolistas realizarán gimnasio durante una hora divididos en dos grupos y, por la tarde, de nuevo regresarán al campo de fútbol (18:30).
A primera hora de la mañana, los rojiblancos trabajaron durante una hora para trabajar la proiocepción y la fuerza, con varios ejercicios de agilidad, velocidad, resistencia, fuerza y balón. Una sesión que dejó muchos detalles. En la primera parte del entrenamiento, la plantilla realizó calentamientos en carrera, cabeceo de balón en step y disparos salvando obstáculos y conducción de balón con tracción en parejas que dejó la primera anécdota de la mañana, cuando a Mario se le escapó una de las gomas, que saltó volando por los aires. Mario, precisamente, fue el jugador más destacado de la mañana, realizando un entrenamiento soberbio. El centrocampista, pendiente de su futuro, marcó dos golazos en uno de los ejercicios diseñado por el Profe Ortega para los futbolistas (de control y disparo). Uno de ellos, con la izquierda y por la escuadra, obtuvo la felicitación del Mono Burgos. Dentro de su grupo, el técnico también encomió el trabajo de Gámez y de Óliver y Saúl (los dos últimos en otro grupo diferente). Además, Oblak realizó un paradón que desató los ohhhhh entre el público asistente al entrenamiento.
Otra de las anécdotas de la mañana giró alrededor del ejercicio que mide la explosividad de los futbolistas. El primero en hacerla fue el grupo de Tiago y Carrasco, que se retaron entre ellos. Ganó el portugués, con el mejor tiempo hasta que lo pulverizó Griezmann, que lo celebró puños arriba y un grito siuuuuu a lo Cristiano. Pero, sin embargo, no fue la del francés la mejor marca, ya que, en el último grupo, Rubén Pérez le superó, marcando el mejor tiempo del ejercicio. Lo celebró, eso sí, como Griezmann. Con otro grito a lo Cristiano.