Sin palabras. Así dejó Allan Saint-Maximin a todos los espectadores del partido entre Francia y Nueva Zelanda por el Mundial Sub 20 de Corea 2017. El delantero francés anotó en dos oportunidades esa tarde; sin embargo, el segundo gol fue una verdadera obra de arte.
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Saint-Maximin tuvo la capacidad de recoger un rebote cerca del córner izquierdo del arco neozelandés, hacer bailar al defensa con tres movimientos y colocar el balón con sutileza por encima del arquero oceánico.
El gol sorprendió a todos, incluso a sus compañeros que demoraron algunos minutos en acercarse a festejar con el jóven delantero.
La anotación le dio la posibilidad a la selección francesa de sumar nueve puntos y superar a Nueva Zelanda, apoderándose así de la punta del Grupo E del Mundial y clasificando a octavos de final.
Allan Saint-Maximin tiene 20 años y es la estrella de su selección. Actualmente destaca en el Bastia, equipo que lamentablemente perdió la categoría en la Ligue 1.