Amaury Escoto, jugador de Lobos, quien viera la roja tras dar un supuesto cabezazo al portero rival, Gaspar Servio, se dijo frustrado, pues a su parecer no hubo alguna circunstancia para que el equipo se quedara con 10 hombres en el terreno de juego.
"Me fui con una rabia muy impresionante, me voy muy enojado, vamos a darle la vuelta a la página, esperando que se solucione de la mejor manera y trabajar para el partido de vuelta", expresó Escoto.
Tras esta expulsión, el delantero licántropos cree que "se comenzaron a dejar de marcar faltitas a nuestra favor, pero ellos se van a equivocar, son seres humanos".
Amaury confía que después de que vean los videos de la jugada donde se hizo acreedor a una tarjeta roja, se pueda apelar y que la resolución sea a su favor para que pueda jugar el próximo fin de semana.
"Nada, al final yo confío mucho en Dios, voy a esperar a que me quiten la expulsión, poder esperar jugar la vuelta".
Por su parte, Gaspar Servio, portero de Dorados, asegura que los árbitros hicieron bien su labor en la jugada, ya que recibió un cabezazo por parte de Escoto.
"Primero no fue penal, se tira y después discutimos, después se acercó a mi y me dio un cabezazo".