Rafael Puente del Río siempre ha estado vinculado al futbol, lo vivió en el seno familiar, después buscó hacer carrera como profesional, pero su aventura duró poco. Pareció que se alejaba de él cuando incursionó en la actuación, pero hay pasiones que te persiguen, así que volvió a ligarse al deporte como analista, luego tuvo un fugaz paso como directivo en Chivas. Pero a Rafa le llamaba la cancha. De pronto, en octubre del año pasado, una noticia lo regresó al césped.
La directiva de Lobos BUAP decidió apostar por él, le confió su proyecto deportivo nada menos que como entrenador del equipo que en ese entonces subsistía en la parte baja de la tabla. En su primer torneo dirigió cinco partidos, solo pudo ganar uno, empató dos y sufrió el mismo número de derrotas. Juegos que le dieron un panorama de lo que se trataba el asunto.
Para el Clausura 2017 empezó a delinear su proyecto, ya traía un leve rodaje que le permitió amalgamar sus ideas y confeccionar un grupo a su deseo, para defender el estilo que privilegió cuando estaba delante del micrófono. Un camino que no sería fácil, pero tenía claro que debía ser fiel a sus ideales.
No fue sencillo, pero los resultados se dieron y esta noche Lobos BUAP juega el partido de ida de la Final del Clausura ante Bravos de Juárez. Lo hace con la ilusión de seguir por la misma senda que los llevó a esta instancia, porque si algo tiene claro Rafa Puente es que debe seguir con su ideario a muerte.
El novel entrenador está listo para el reto de pelear por el ascenso, una misión nada sencilla y de la que lo separan cuatro juegos. Puente del Río dice que se siente preparado, pero antes de hablar de la Final reparte agradecimiento a la gente que confió en él.
"Es fundamental el agradecimiento para quien tuvo la confianza de darme la oportunidad y se la jugó con alguien que no tenía experiencia ni antecedentes previos como entrenador y que solo tenía un sueño, una ilusión muy grande y una ganas tremendas de empezar a labrar un camino como técnico, enaltezco el riesgo que tomaron y gracias a Dios las cosas se han ido dando, pero somos conscientes que no hemos ganado absolutamente nada y que nos quedan cuatro pasos importantes para, Dios mediante, lograr el objetivo"
Luego, el entrenador comenta que no le pesó ese cambio de pasar de la mesa de análisis al campo de ejecución.
"No diría que (el cambio) ha sido complicado, porque adquirí la preparación necesaria para afrontar un reto como éste, pero esa preparación no alcanza, la profesión te exige en el día a día seguirte enriqueciendo, mejorando y aprendiendo. Pero el respaldo y estar arropado por un cuerpo técnico de mucha calidad, de experiencia y de valores afines a los de un servidor, ha hecho más fácil el camino. Lo más importante de todo fue encontrarme a un grupo generoso, dispuesto al trabajo, con hambre de triunfo, con mucha solidaridad y demás valores que —como equipo— nos distinguen y eso hace que la conducción de un grupo sea más sencilla".
Rafa no ha cambiado el discurso que tenía cuando era analista y defendía un estilo de juego que privilegia la tenencia y la búsqueda del arco contrario. "Nosotros en el día a día tratamos de trabajar y generar hábitos en el futbolista para darle situaciones que creemos pueden presentarse en el partido, y para que se desarrollen de la forma en la cual nosotros pretendemos que el equipo lo haga. El convencimiento hacia los jugadores se vuelve más fácil cuando ellos están dispuestos a aprender todos los días y a trabajar al cien por ciento".
Aunque admite que en el camino previo hubo obstáculos y momentos de apremio cuando las cosas no salieron: "sobre todo en las primeras fechas, después de ligar tres derrotas (Jornadas 3, 4 y 5), y es muy probable que el común denominador de las directivas hubiera tomado una decisión con respecto a la continuidad; sin embargo, esta directiva, así como nos dio esta oportunidad, nos mantuvo al frente, porque siempre fue capaz de analizar las formas, el funcionamiento y no solo el resultado y vio que el equipo tenía una idea clara de lo que pretendía ser y la plasmaba dentro de la cancha. Corregimos detalles y hoy estamos peleando una Final, lo cual nos llena de orgullo y fortalece el compromiso para lograr el objetivo".
Sobre su filosofía, comentó que ésta tiene como principios básicos "tratar de ser protagonistas de los partidos, adueñarnos del balón; hay días que se puede y hay días que no, pero el mensaje siempre es el mismo: querer el balón, ser protagonista, tomar una actitud de valentía en cualquier cancha y buscar el gol en todo momento".
Y para esta noche tiene claro que su equipo debe gestionar el partido ante un buen rival como Juárez. "Hay quien argumenta que las Liguillas se juegan diferente, es un punto de vista que respeto, pero no comparto. Soy de la idea de que en las Liguillas tienes que jugar de la misma forma como jugaste en el torneo y que te alcanzó para calificar; eso es lo que hemos hecho y vamos a hacer. El modelo de juego que nos trajo acá es el que tenemos que exhibir en la Final, es al que tenemos que aferrarnos y es el que debemos tratar de desarrollar. Y eso tiene que ver mucho con la valentía, la tenencia del balón, la presión al rival y la búsqueda constante del gol".