Roger Federer y Caroline Wozniacki habían disfrutado jornadas tranquilas en la presente edición del Abierto de Miami. El jueves, todo cambió, pero ambos sobrevivieron.
Federer (cuarto preclasificado), se libró de dos match points y doblegó 6-2, 3-6, 7-6 (6) a Tomas Berdych (10mo), para avanzar a las semifinales. Wozniacki (12ma) remontó para imponerse a Karolina Pliskova (2da), por 5-7, 6-1, 6-1, para llegar a la final de este certamen por primera ocasión en 10 participaciones.
"Estoy contento de haber salido delante de algún modo", dijo Federer. "Definitivamente tuve mucha suerte al final, pero creo que mostré hoy un gran corazón. Tomas comenzó realmente a mejorar su nivel, y fue un gran partido al final".
Federer tiene ahora una foja de 4-0 en desempates durante este torneo. Ninguno de los tres tiebreakers anteriores estuvo tan lleno de presión como el del jueves.
El suizo sacaba para el partido en 5-3 pero sufrió un quiebre. Tuvo match point al game siguiente y no pudo convertir.
Luego, estuvo abajo por 6-4 en el desempate, antes de ganar los últimos cuatro puntos.
"Sólo perdí por un punto, eso fue lo que ocurrió, muy simple y directo", zanjó el checo Berdych. "Él fue quien sirvió para partido, no lo hizo. Yo tuve un match point, no lo hice. Tuve dos, no lo hice. ¿Qué más puedo decir?"
Federer, dos veces campeón en Key Biscayne, ostenta una foja de 17-1 en lo que va de 2017. Por el pase a la final, se enfrentará este viernes a Nick Kyrgios (12mo) o a Alexander Zverev (16to), quienes chocaban más tarde.
Wozniacki, quien tiene una residencia en Miami, se impuso por 5-7, 6-1, 6-1 y enfrentará en la final del sábado a la ganadora del partido entre Venus Williams y Johanna Konta.
La danesa lució mucho más fresca en una jornada soleada. Desperdició tres puntos de set en la primera manga, pero no enfrentó mucha resistencia el resto del partido.
"Empecé bien en el segundo set, y eso me motivó", comentó.
Con la victoria, al ex número uno del mundo superó los 23 millones de dólares en ganancias en su carrera. Un triunfo el sábado la colocaría en el octavo puesto del ranking de la WTA.
"Esto es muy especial", dijo. "Al tener una casa aquí, entrenarme aquí en las vacaciones, es como jugar con cierta ventaja de local. Es especial estar en la final, estoy muy emocionada".