Los primeros Juegos de Trisomía se celebraron del 15 al 22 de julio de 2016, en Florencia, donde México participó con 250 atletas, teniendo como resultado un total de 42 medallas: 20 de oro, 12 de plata y 10 de oro; deportistas que merecen ser reconocidos en este Día Mundial del Síndrome de Down.
Esta contienda se estará llevando a cabo cada cuatro años, siendo el equivalente a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, ya que los atletas con este padecimiento no pueden participar en esta justa, pues no cuentan con una categoría para personas con trisomía 21.
Sin embargo, el principal problema para competir en la ‘Primera Olimpiada para Personas con Síndrome de Down’, como también se le conoció al torneo, fue la falta de apoyos gubernamentales para los 31 atletas no inscritos en el programa de Conade, pues solo 16 de ellos recibieron ayuda y el resto tuvo que solventar sus gastos.
Algunos de los deportistas más destacados de la justa fueron, Bárbara Wetzel, mejor conocida como ‘Bibi’, quien practica la gimnasia y se colgó tres preseas áureas en viga, salto de caballo y piso, además de dos medallas plateadas en las especialidades de barras paralelas y all around.
La ‘Sirena Mexiquense’, Dunia Camacho, aportó a la delegación mexicana cinco medallas de oro, además de quedarse con tres récords mundiales en natación, disciplina que sumó un total de siete oros, nueve platas y seis bronces.
En atletismo, Ángelica Barrera, logró un oro con récord mundial en los mil 500 metros planos, oro en 800 metros y bronce en los 400 metros, sumando esta disciplina 10 medallas doradas, dos plateadas y cuatro de bronce.
Los participantes de los primeros Juegos de Trisomía regresaron contentos de la competencia, tras haber vivido una experiencia al estilo Juegos Olímpicos, con una ceremonia de inauguración y clausura, algo que en otros eventos no habían visto.